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miércoles, 4 de marzo de 2020

Tasa de interés: ¿vacuna contra el coronavirus?


Alejandro Nadal, La Jornada

Para nadie es un secreto que la tasa de crecimiento de la economía mundial ha estado disminuyendo desde hace ya varias décadas. Este fenómeno dio lugar a la hipótesis del estancamiento secular para tratar de dar cuenta de las fuerzas que han provocado esta ralentizacion económica. En los debates sobre las causas de este fenómeno surgieron dos narrativas distintas. Una señala que las causas de la ralentización son externas al sistema económico capitalista. La segunda se enfoca más hacia las causas endógenas de este fenómeno.

La primera visión desemboca en la explicación estándar: el estancamiento económico se debe a fuerzas externas que conspiran para mantener el crecimiento debilitado. Para algunos autores esos factores externos tienen que ver con el agotamiento del ritmo de cambio técnico (Gordon) o con desastres naturales. Otras explicaciones sostienen que el problema del estancamiento se debe a políticas económicas mal concebidas y mal aplicadas (Lucas y Fama). Desde estas perspectivas el capitalismo queda a salvo y lo único que resta por hacer es prever esas causas externas y prepararse para mitigar sus efectos.

Pero para este tipo de narrativas todo se complicó con la crisis de 2008. Era difícil ignorar la especulación financiera, el gigantesco endeudamiento de segmentos enteros de la economía y la profunda desigualdad que marcaba la economía en los países desarrollados y subdesarrollados. Algunas voces se alzaron para apoyar la teoría de Minsky sobre los orígenes de la crisis como un fenómeno generado por fuerzas endógenas (inestabilidad financiera intrínseca del capitalismo).

miércoles, 21 de junio de 2017

Tasas de interés: ¿regreso a la normalidad?

Alejandro Nadal, La Jornada

La Reserva Federal quiere regresar a tasas de interés más cercanas a lo normal. Hace una semana incrementó la tasa de referencia para situarla en el rango de 1 y 1.25 por ciento. Según la Fed esta medida ayudará a mantener firme la recuperación económica y dará mayor estabilidad al mercado de trabajo.

La justificación está rodeada de una fuerte polémica sobre las señales que emanan de la economía estadounidense. Muchos analistas consideran que la muy celebrada recuperación sigue siendo débil. Otros piensan que los indicadores de la evolución del mercado de trabajo no son tan sólidos como lo quieren hacer creer las autoridades económicas. Sin embargo, la Reserva Federal insiste en que las señales económicas son positivas y prepara más incrementos en la tasa de interés para los próximos meses. Es más, la Fed prepara ya la venta de la gigantesca masa de activos que compró a través de sus programas de estímulo vía la flexibilidad monetaria.

La política monetaria en Estados Unidos no llegó a recurrir a tasas nominales negativas, pero sí ha mantenido tasas reales negativas. Y hay otros bancos centrales del mundo capitalista desarrollado que persisten en una postura de tasas nominales negativas. Sobresale el ejemplo del Banco Central Europeo que mantiene una tasa de depósito de menos 0.3 por ciento. El Banco Central de Japón sigue sosteniendo una tasa negativa de 0.1 por ciento sobre reservas excedentes y la tasa de los bonos a 10 años sigue en cero por ciento. Los bancos centrales de Suiza y Suecia mantienen tasas negativas: menos 0.75 y menos 0.35 por ciento, respectivamente. Esas tasas negativas significan que si un agente deposita una cantidad en el banco, al llegar el vencimiento de dicha inversión recibirá menos de lo que originalmente depositó.

lunes, 8 de mayo de 2017

Argentina, argumentos monetaristas, especulación y crisis


Rolando Astarita, Sin Permiso

En una nota anterior acerca del carry trade y la bicicleta financiera en Argentina (aquí), calificamos a la política del Banco Central argentino de “monetarista” y dijimos que consistía, en lo esencial, en anclar el dólar para frenar la inflación. Sin embargo, el BCRA dice que su política es del tipo “objetivo inflación” (inflation targeting, como se la conoce en el mundo); y es un hecho que esta orientación es presentada en el establishment académico y económico como una superación de la vieja receta monetarista, consistente en el control de la masa monetaria como medio de control de la inflación. A su vez, el presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, ha dicho en repetidas oportunidades que su política es bajar la masa monetaria para disminuir la inflación; que no es lo que dice la ortodoxia del “objetivo inflación”.

A fin de clarificar las ideas, en esta nota analizamos las diferencias entre la política llamada de inflation targeting –en su formulación más estricta- y la política monetarista, para sacar luego algunas conclusiones acerca de la orientación del Banco Central y, por extensión, del gobierno de Cambiemos. Empezamos con las características centrales de la política objetivo inflación, en el marco de la economía argentina.

La política objetivo inflación y la situación en Argentina

La política objetivo inflación se ha venido aplicando de forma creciente en muchos países desde hace unos 25 años. A diferencia de lo que planteaban los monetaristas, los defensores de esta orientación admiten que los bancos centrales no pueden manejar la masa monetaria; pero sostienen que puede controlar la tasa de interés. Postulan también que existe una tasa de interés natural que lleva al equilibrio del pleno empleo sin inflación. Precisemos que ese nivel de equilibrio es el que alcanzaría espontáneamente el producto –usualmente medido en el PBI- si existiera plena flexibilidad de precios y salarios. En otros términos, es el producto que se lograría si todos los recursos estuvieran empleados; por eso se lo conoce como el producto potencial. Sin embargo, sigue el argumento, no siempre la economía llega a ese nivel, ya que existen rigideces de precios y salarios, e imperfecciones en los mercados. Por lo tanto, con frecuencia existe una brecha entre el producto real y el potencial. De ahí la necesidad y posibilidad para una cierta intervención del Estado en la economía, principalmente por vía de la política monetaria. La llamada “nueva síntesis neoclásica-keynesiana” se basa en esta idea.

jueves, 22 de septiembre de 2016

La FED se apresta a recortar de nuevo las estimaciones a largo plazo sobre las tasas de interés


Ann Saphir y Jonathan Spicer, Reuters

Las autoridades de la Reserva Federal de Estados Unidos se aprestan esta semana a recortar nuevamente sus proyecciones sobre cuánto deberían incrementarse las tasas de interés en una economía donde la actividad, la producción y la inflación avanzan a un ritmo menor que el de décadas pasadas.

Se trataría de la cuarta vez en 15 meses en que el banco central estadounidense se ve forzado a admitir que sus proyecciones sobre la llamada "tasa neutral" fueron demasiado optimistas, lo que generaría dudas sobre la salud de la economía en los próximos años.

Aún así, la Fed insiste en que las tasas de interés bajas y su enorme hoja de balance en bonos son suficientes para continuar apoyando el crecimiento.

Conversaciones con funcionarios de la Fed sugieren que algunos reducirán sus previsiones sobre el tipo de interés a largo plazo en la reunión de política monetaria de esta semana, y la mediana de las estimaciones indica que el cálculo bajará a 2,75 por ciento.

lunes, 23 de mayo de 2016

Los tipos negativos son un impuesto escondido


Matthew Lynn, El Economista

Los bancos centrales han recortado los tipos de interés a casi nada. Han impreso dinero a gran escala. Donde no ha funcionado del todo (para ser sinceros, en casi ningún sitio lo ha hecho), disponen de una nueva herramienta: los tipos de interés negativos. En una tercera parte de la economía global, el dinero que ingresamos en el banco no solo no genera ningún beneficio, sino que encima nos cobran por tenerlo ahí.

Eso está causando una economía extraña de Alicia en el país de las maravillas, donde nada es exactamente lo que parece. Los gobiernos quieren que retrasemos el pago de impuestos todo lo posible, la compañía hipotecaria quiere que sigamos viviendo en la misma casa y el efectivo está tan solicitado que hasta se habla de abolirlo.

El verdadero problema de los tipos negativos podría ser muy distinto. Como argumenta un nuevo y fascinante informe del Fed de Saint Louis, en realidad son una clase de impuesto. Imponen un gravamen sobre el sistema bancario que alguien tiene que pagar?, y ese alguien probablemente seamos nosotros. Eso quizás explique por qué gustan tanto a los bancos centrales y a los gobiernos. Unos gobiernos endeudados hasta las cejas siempre estarán dispuestos a instaurar un nuevo tipo de impuesto, sobre todo si sus votantes no se van a dar cuenta. Y eso también explica por qué no funcionan: gran parte de la economía con problemas, en especial en Europa, ya está asfixiada bajo una carga tributaria imposiblemente alta.

sábado, 30 de enero de 2016

Japón se une al club de las tasas negativas

En una medida que confirma la desaceleración económica y las presiones deflacionarias, el Banco Central de Japón recortó ayer su tasa de interés base a -0,1 por ciento. Es la primera vez que el Banco Central de Japón lleva la tasa de interés a un terreno negativo y constituye una bomba nuclear a la guerra de divisas iniciada en 2010. Es también una respuesta a la deflación prolongada que ha sumido a Japón en el estancamiento pese a los contundentes planes de flexibilización cuantitativa. Una vez más las políticas monetarias han fracasado y lo que resta son medidas de choque como castigar los depósitos para que la gente gaste cuanto antes y así se estimule la inflación. La medida del Banco de Japón fue sorpresiva y tuvo respuesta inmediata en los mercados con las bolsas viviendo un día de euforia. El Dow Jones subió 400 puntos y en España el Ibex 35 escaló 2,62 por ciento, aunque sin alcanzar todavía los 9000 puntos que perdió el 8 de enero. La economia ha vuelto así a estar en punto muerto y la debilidad del crecimiento de Estados unidos en el cuarto trimestre es un anticipo que la Reserva Federal no aumentará la tasa de interés en marzo. Al contrario, si la desaceleración y el desempleo comienza a golpear más fuerte a Estados Unidos, Janet Yellen deberá revertir el falso giro en la Política Monetaria realizado en diciembre.

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jueves, 17 de diciembre de 2015

Después de casi una década la Fed inicia el despegue de los tipos de interés


La Reserva Federal anunció este miércoles el despegue de las tasas de interés de corto plazo por primera vez en casi una década desde el rango de 0% a 0,25% al rango de 0,25% a 0,5%. Esta es una de las decisiones más esperadas de los últimos tiempos tras casi 7 años de mantener la tasa de fondos federales en el cero por ciento para apoyar la recuperación económica luego de la peor crisis financiera sufrida por Estados Unidos desde la Gran Depresión de los años 30. La decisión fue dada a conocer por Janet Yellen en este comunicado de la Fed). Si bien la subida de tipos es muy pequeña, el aumento de 0,25 puntos porcentuales es importante porque marca el principio del fin del dinero fácil. La Reserva Federal necesita volver a la normalidad tras siete años de luchar con el estancamiento económico. Su decisión afectará a millones de inversionistas y ahorradores de todo el mundo, especialmente a quienes se han endeudado en exceso en estos últimos siete años dado que el costo del crédito tendrá su primer giro al alza.

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miércoles, 16 de diciembre de 2015

Nuevos territorios para la tasa de interés

Alejandro Nadal, La Jornada

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunciará hoy miércoles un alza en la tasa de interés. Hace nueve años que la Fed redujo la tasa de interés a un nivel cercano a cero en respuesta a la crisis financiera. ¿Cómo afectará la economía esta medida y qué repercusiones se pueden esperar a nivel mundial?

En la Fed pesa mucho el espectro de una recaída de la economía, provocada por un incremento prematuro de la tasa de interés. Los signos de recuperación siguen siendo erráticos, por lo que el aumento que se pronostica es pequeño y de seguro no rebasaría un cuarto de punto porcentual.

La Fed interpreta de modo positivo los signos vitales de la economía estadunidense. El crecimiento o es espectacular y este año apenas alcanzará 2.5 por ciento, pero eso es mucho mejor que el promedio de 0.3 por ciento para el periodo 2007-2011. Esto se compara favorablemente con el desempeño de otras economías desarrolladas. Pero el aumento en la tasa de interés podría frenar el mediocre crecimiento de la economía estadunidense.

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